sábado, 2 de febrero de 2013

Todo lo que amo.

Ni grandes cantidades de dinero, ni grandes reconocimientos, ni fiestas en mi honor. 
Todo lo que realmente valoro y me motiva a disfrutar cada día la vida más, es la oportunidad de poder caminar para llegar a los sitios que más me fascinan, la oportunidad de poder abrir los ojos tan claramente que me permita ver el amor que hay detrás de cada insignificante acto, la oportunidad de poder oir la verdad más sincera aún sin haber sido pronunciada y el sonido más bello de la naturaleza en calma, aún cuando el ruido la intenta esconder a todos, la oportunidad de poder tocar y sentir la vida de todo lo que me rodea, el pequeño corazón más bello de lo que aún está en camino.
Por todo esto, cada día siempre será diferente pero nunca jamás habrá días más importantes que otros. Porque aunque no pudiera caminar, ver, oir o acariciar, seguro que podría amar ese día igualmente y sentir en mi pecho tanta gratitud que mi cuerpo vibre y mis ojos brillen como nunca antes lo hayan hecho.
No temas al futuro porque mientras exista alguien o algo hacia quien regalar este sentimiento, nada podría hacerte daño.

La vida es el mayor regalo que recibimos y el único camino hacia nuestra felicidad, tan solo tienes que abrir tu corazón para poder sentirlo.

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